martes, 14 de junio de 2011

25 años sin Borges


Cuando cumplí 15 años, me regalaron un iPod y dos libros de Borges. El iPod me fascinó, pero dejó de interesarme cuando salió un nuevo modelo. Borges me fascinó, y nunca ha dejado de sorprenderme. Y aunque existen en el mundo y en la historia escritores extraordinarios y a los que admiro, a Borges le tengo un cariño especial porque a través de sus cuentos pude conocer el nivel tan sublime que puede alcanzar la literatura. 


Yo no se como me hice de una copia del audio del gólem, y en mi ipod lo reproduje tantas veces que el poema me lo sé de memoria. Se trataba, para mí, de un poema que hablaba de la fuerza creadora, transmutada y hasta mística de la palabra y las letras. Fue en ese momento en que quise dedicarme a escribir cuentos.


Sentí mucha simpatía por Borges cuando leí más sobre su vida y vi sus entrevistas. Yo también era muy tímido en ese entonces (hoy todavía, pero no tanto), y la literatura era el mar donde se dispersaba a diario mi pensamiento. El misticismo, la historia antigua y moderna (a veces medio romántica), las obsesiones, los objetos.... eran temas de los cuales Borges escribía y a mí no terminaban de fascinarme.



25 años sin Borges. Espero que donde sea que esté sea feliz, y ojalá que tenga una gran biblioteca donde pueda leer todo lo que quiera porque "uno llega a ser grande por lo que lee, no por lo que escribe".

Si hay un Dios y ese Dios es justo, le va a dar a Borges una biblioteca infinita, para que sea tan grande como quiera.