lunes, 20 de octubre de 2008

Entre 5 y 6 de la tarde

*Cuento ganador del concurso de Fiesta de Humanidades del Tec de Monterrey, 2008.

Hoy me voy a morir. El doctor me lo do dijo, con voz de profeta y de gitano errante me encajó cuatro palabras: “Te quedan tres días”. Hoy es el tercer día. El tercer día, miércoles. Nunca había pensado en morirme en miércoles, hubiera preferido morir en sábado. A mí me gustan los sábados.

En Miércoles todos tienen cosas que hacer y una muerte pierde la solemne tristeza que se merece para convertirse en un agobiante imprevisto. Además, es día de cine y no quiero interrumpir la costumbre casi religiosa por venir a enterrar a un muerto.

Tal vez podrían congelarme, ponerme pausa, decirle a la parca cuando toque a la puerta “Vuelva otro día”. Así podría morirme y despedirme de todos como es debido, en un lindo sábado entre las 5 y 6 de la tarde, cuando el sol ya no quema y el aire que anuncia la noche barre las hojas de los árboles y los pájaros cantan en el árbol enorme que está afuera del dojo que hay frente a mi casa… Y en la tele pasan Dragon Ball y yo me acuerdo de cuando era niño… Y en la radio ponen la Obertura 1812 como lo hacen cada sábado entre las 5 y 6 de la tarde.

Pero igual me voy a morir.

Hoy me voy a morir. Me lo dijo el doctor. Como cuando dice “Tienes tos”, “Es una infección ligera”, “Tómate dos de estas tres veces al día por diez días”… Pero esta vez no era tos, ni una infección, ni algo que se cure tomándose dos de esas tres veces al día por diez días. Estoy enfermo de muerte. “Te vas a morir y te quedan tres días”… “Te quedan tres días”, cómo cuando hago una resta (“5 y me quedan tres”)… Y ese “te quedan” termina hoy.

He pensado, como es debido de los futuros muertos, en mi pasado, más por instinto que por gusto. En lo mucho que quisiera haber aprendido tango y bailar Por una cabeza en París con Natalie Portman un sábado entre las 5 y 6 de la tarde. Haber aprendido a cocinar y tener una cocina grande y blanca con especias de chef europeo y una botella de vino tinto para cocinar lo que sea que se cocine con una botella de vino tinto. Haber tenido un perro color miel y de ojos alegres que corriera cuando llegara a casa y dijera “Guau, guau” como diciendo “Hola, bienvenido”, y que probara lo que sea que yo cocinara en la cocina blanca con mi botella de vino tinto. Haber sido feliz… Y haber tenido paz conmigo… Y haber sido un gran señor muy sabio, de consejos lúcidos y argumentos sólidos en las charlas de café… Y reírme de repente por el simple hecho de ser feliz. Haber hecho cosas por la gente porque la felicidad solo es verdadera cuando se comparte, y haber hecho feliz a muchas personas y defendido a los niños maltratados (porque odio que maltraten a los niños)… Y que en las navidades los niños me cantaran villancicos y haberlos visto correr y saltar con guantes rojos y luces de bengala.

Me hubiera gustado que me enterraran en la Rotonda de los Hombres Ilustres, a un lado de la catedral y enfrente del Palacio Municipal, donde todas las noches se junta la gente para jugar ajedrez (el único juego que vale la pena jugar ahora, aunque sea mi último día de vida). Y que los cocheros de las calandrias dijeran mientras recorren Alcalde a los turistas de shorts, camisetas y cámara en mano: “Ahí está su estatua… Ahí está enterrado… Un gran hombre en verdad”.

Pero sobretodo, hubiera querido no haber perdido tiempo pensando en tantas cosas tan inservibles porque me muero hoy… Y así como el humo del cigarro no puede volver a ser cigarro, el tiempo perdido no puede volver a ser vivido. Y me hubiera gustado no haber gastado tiempo en escribir esa frase inservible y haber vivido más. Y haberle dicho a Montse que la amo, y robarle un beso… Y haber corrido por una gran pradera un sábado entre las 5 y 6 de la tarde. Haber cantado We are the champions con mis amigos bajo la lluvia después de haber ganado un partido de rugby, o de algún otro deporte lleno de testosterona. Y decir “no estoy de acuerdo” cuando no esté de acuerdo, como con este asunto de que hoy me muero con el cual, simplemente, no estoy de acuerdo.

Debo aprender a pensar menos y vivir más. Pero eso ya no importa, porque hoy me muero.

Por fin, me decido a levantarme de mi cama. La luz parece diferente, con más color, como en los sueños. Me visto con mis colores favoritos y con ese saco que compre en un bazar a un mercader hindú, que me dijo que es del siglo XVIII y que perteneció a un Marqués muy rico, pero yo sé bien que no es de ningún marqués y que el mismo lo hizo. A fin de cuentas ¿a quién le importa?, en un par de años estará lleno de gusanos.

Empiezo a pensar como quiero mi entierro. Como lo quiero en verdad, porque sé que a fin de cuentas harán lo que ellos quieran conmigo. Es una lástima que no pueda elegir y dirigir la manera como llegué ni como me voy. Pero aún así, quiero que en mi entierro suene una versión góspel de Let it be con un coro de hermanos negros que canten con sus túnicas rojas y su voz aguda, y que haya dos estanques con lotos blancos y que nadie vaya de negro, porque el negro me deprime (aunque no creo que a nadie le importe la depresión de un muerto). Quiero un ataúd azul, que huela anís y sea blanco por dentro, y que tenga una pantalla que pase Amelie por el resto de la eternidad (o lo que dure la pantalla). O que pasen cualquier otra película. Siempre he amado el cine… Y que siembren un árbol en mi tumba, para que crezca y me de sombra… Y que el viento barra sus hojas y los pájaros canten en sus ramas cada sábado del resto de la vida, entre las 5 y 6 de la tarde…


domingo, 31 de agosto de 2008

La conquista de la Luna


A mí me encanta la Luna. Adoro su piel blanca y ese lunar en forma de conejo. Sale de noche, con vestido de gala, y la veo hermosa y lejana. La acompaña una parvada de brillantes pretendientes que la rodean cortejándola, pero la muy vanidosa los desaíra y les da la espalda. De noche ilumina mi camino, y es reina absoluta de mis versos y suspiros. De día, la busco, pero no la encuentro. En su lugar está un señor viejo y muy grande que grita “¡Por mis polainas, el que manda qui soy yo!”.A veces la encuentro de día. Y le sonrío. Y sé que ella también sonríe. A veces es tanta su vanidad que de un brinco, en pleno dia, tapa el sol por unas horas como diciendo "Mírenme, aqui estoy, no me he ido". Y a veces creo que lo hace por mí. Es su culpa que este loco por ella; miro al cielo y ahi está, y la veo hasta en el reflejo del agua, y por mas que viaje me persigue. Varias veces la he invitado a cenar. Miro sus ojos de cristal sagrado, que no son solo piedra y aire. Son caricia suave, tesoro del Himalaya, lo que los hombres buscan en todos lados y nunca encuentran. Hablamos de todo, de ella, de mi, de los Beatles, del calor que hace y de la tía chofi.

Algún dia, me casaré con la Luna.

lunes, 14 de julio de 2008

Futbol Filosofico

De Monthy Pyton, para mí, su mejor sketch. Alemania contra Grecia, Arquimedes parece jugar mejor que Kaká.

Por cierto, este video es para gente inteligente. Si no lo entiendes no es mi problema... ponte a leer.

Bueno, que lo disfruten



jueves, 12 de junio de 2008

Razones para no dejar a un bebe solo con un señor de traje a las ocho y media de la mañana


"... Y ánimas que nazca el niño para que diga "Hi Papi!" "

- Tin Tan

Esta llorando. El bebe está llorando. Nota: investigar por qué lloran los bebes. Y su madre que se ha ido… Creo que será mejor ir a ver qué le pasa. El bebe da pataditas y mueve sus brazos. Hace muecas raras, como si estuviera incómodo. ¿Incómodo de qué? Se la pasa viviendo la buena vida, entre juguetes de psicodélicos colores y chillones sonidos, viendo bailar a los teletubies y sin preocuparse por nada.

Lo levanto y me doy cuenta de que está mojado. Me preparo para lo peor. Oh si, si es lo que pensaba (deberían de darle menos fibra a este niño... ¿Que demonios es lo que le hace el gerber?). Busco por toda la casa unos pañales limpios. Grito “carajo” al no encontrar pañales limpios. Miro al reloj. Ocho y media. Y el reloj me devuelve la mirada como burlándose. Como diciendo "ahora sí, ya no llegaste". Y yo lo mando al carajo.

Nota numero dos: investigar donde venden pañales limpios y comprar una buena cantidad de reserva. ¿Por qué no aprende a ir al baño de una vez? Digo, ya sé que todavía no camina, pero gatea. Con eso basta. Busco algo que pueda sustituir a un pañal. Una camiseta vieja de los Beatles servirá. Acuesto al bebe en la cama, y me prepara con una buena cantidad de papel sanitario, talco, guantes de látex, cubre bocas, pinzas, perfume siete machos (hay que quitarle el mal olor) y la prenda que habré de sacrificar. Le quito el pañal y trato de cambiarlo lo más rápido posible. Debido a la rapidez, me embarro la corbata. Habrá que usar otra. Pero primero el bebe. Le pongo el sucedáneo de pañal y ahora necesito algo para sujetarlo. Lo bueno es que fui boy scout y le hago un nudo de aquellos. Listo... Ahora el bebé parece un queso Oaxaca.

sábado, 31 de mayo de 2008

Glosoli

Nunca más volveremos a estar aquí. Este sonido, estas letras, tu voz, tu sonrisa y tus miradas son mas hermosas cada que me doy cuenta de esto. Porque no somos más que un montón de momentos, de espacios, de emociones. Y nada me libera más que la huella de tu mirada. Cada gota de lluvia que lava tu cabello es una nota profunda y transparente, que sacude mi cuerpo y me impulsa a besarte. Porque nunca estarás más hermosa que en este instante, porque ni tu ni yo somos casualidad. Y te tomo entre mis brazos como diciéndote "mira, ¿ya viste dónde estamos? en el mejor lugar del mundo".

La playa en su batalla contra la costa nos empapa de sal. Y su agua y el de la lluvia se mezclan en tu mejilla. Y yo pienso que lloras, y tú en cambio me dices "te amo". Arriba, en el acantilado, un árbol tan verde como tu falda nos mira. Es un árbol viejo y en su sombra unos niños juegan a comerse la lluvia. Yo juego a morder tus labios. Y somos más verdad que el mar y el sol. Este mismo instante es todo lo que necesito. La playa toca con sus olas una oda para la ocasión, y yo te digo al oído lo linda que te ves. Me encantan tus ojos cuando llueve: son como dos faros en la tempestad.

Y así, me desvanezco en la arena. El cielo dibuja para nosotros un mural gigante de dos barcos que se estrellan con el sol. Y a lo lejos, los colores aparecen.

martes, 27 de mayo de 2008

I'm Not There


"All I can do is be me.
Whoever that means"
-Bob Dylan

Vivir en paz no es fácil. Se necesita tiempo, ganas, soledad, sudor y sangre. Uno piensa que no puede ser muy complicado. Sonreír más, calmarse, terminar con el desasosiego. ¿Que tan difícil puede ser?

Pero es difícil.

Es tan difícil que se nos hace más fácil lo contrario. Preferimos gastar millones de dolares destruyendo el mundo, construir grandes y sofisticadas máquinas de guerra ("dammed you masters of war...") llenar nuestra cabeza de vulgaridad, de talk shows trasvestidos, de pasiones sin sentido, del último escándalo del artista de moda, de orgasmos sensoriales. Preferimos crear intrigas, crear iglesias, jerarquías, corporaciones multinacionales, peregrinaciones masoquistas, teorías cuánticas pos modernas constructivistas para explicar el origen de la palabra "lluvia" (sal y siente la lluvia, "a hard rain is gonna fall") . Preferimos estar drogados, muertos, caídos, nulos. Preferimos robar al otro, porque "el que no es tranza no avanza". Preferimos morir y matar por unos trozos de tela, unas garras descoloridas que dicen "Giorgio Armani", por la máquina de la manzana, por la moda, la regla.

Y el que no es así es un outsider. Un marginado, bicho raro escondido del mundo. ¿Que diversión puede encontrar alguien que no fuma, que no toma, que no se droga, que no nada? Debe ser erradicado a favor del progreso. ¿Quién entiende a alguien que es feliz leyendo un libro (uno solo), que su mayor ilusión es viajar a la Luna? ¿Que pretende ese que se sorprende del papel, que canta en la regadera, que trata a los demás como hermanos sabiendo que eso ya pasó de moda?.

Porque estar en paz no es fácil. Se necesita un alto preciso y terrible. Un cese al fuego. Un "levantate y anda". Porque estando en paz maduramos y tiramos nuestras muletas para luego decir "mira, que absurdas, que tontas, que carentes de sentido".

Pero, si las cosas que valieran la pena fueran fáciles, cualquiera las haría.

Una elite de hombres iluminados...

And everything else is just an Imitation of Life

(y yo aquí, recordándote de nuevo)


La rueda del Dharma

"Y su firmeza, y su palabra,
eran como el rugido de un león..."
- Majjhima Nikaya


Los monjes budistas del monasterio Wat Pa Luangta Bua, al oeste de Tailandia, conviven pacíficamente con tigres. Los alimentan, los cuidan, y hasta juegan con ellos.

El primer tigre que cuidaron era huérfano ya que su madre había muerto por envenenamiento. Los monjes llevaron al cachorro hasta el monasterio donde cuidaron de el. El monasterio se ha convertido en un refugio de preservación natural, donde se protege a los tigres de los cazadores locales que los matan para vender su piel.

Estos tigres no están encerrados, vagan libremente por los jardines del monasterio que se ha convertido en su hogar. Los monjes dicen querer a los tigres como si fueran miembros de su familia, como a un hermano, una hermana. Ellos creen que el trato pacifico y el Dharma han permitido a los tigres y a los monjes convivir. Pareciera que los tigres se han civilizado, pues varias veces los monjes del monasterio llevan a alguno para que los acompañe a comprar comida al pueblo y los tigres permanecen tranquilos, ecuánimes.

El Dharma puede transformar lo vulgar en virtuoso, la duda en certidumbre, el desasosiego en armonía, al asesino en monje.

Si esto puede hacerle a un tigre, ¿que te puede hacer a ti?

Y empezamos...

Las vacaciones incluyen tiempo libre que puede usarse para hacer cosas en verdad importantes. Como leer, correr, pintar, ver el cielo, tocar guitarra, vagar por la ciudad, aprender cosas interesantes (pero inútiles). La escuela vuelve tonta a la gente. Por eso, en cuanto salgo de la escuela, PUM!, un torrente de lucidez entra con clarines y tambores.
Asi que, voy a empezar este blog con la intención de escribir y publicar cosas interesantes que le abonen cultura y quiten soberbia. Y para enjertarme la hábito de escribir.


Dudas/comentarios/felicitaciones/metadas de madre/ propaganda religiosa, escríbanme a:

ramonesrocks@gmail.com

P.D: Un agradecimiento especial a Montze por corregir mi ortografía. Espero que se convierta en mi lectora numero uno. Ya sabe que en este blog la recibimos con los brazos abiertos, asi que no sea ranchera y ponga hartos comentarios.

"No soy turista del viaje
soy pasajero intranquilo"
- Fito Páez